El Counselling o asesoramiento psicológico es una relación de ayuda entre un profesional (counsellor) y un cliente que siente que necesita aprender a manejar sus problemas de una manera diferente a lo que venía haciendo hasta la fecha. El Counsellor ayuda a la persona a explorar sus dificultades, profundizar en cómo le afectan, buscar nuevos enfoques o recursos y pasar a la acción cuando esté suficientemente preparado.
El Counselling no es dar consejos, es un acompañamiento involucrado, que permite al cliente disponer de un espacio donde se siente escuchado atentamente, no se sienta juzgado y perciba que el counsellor se sabe colocar en su lugar y entenderle, facilitándole que encuentre la solución a los aspectos de su vida que no le permiten avanzar en la dirección deseada.
El counsellor tiene una actitud de estar plenamente involucrado, presente, desde el respeto, con empatía, sin juzgar. En las sesiones se crea un clima apropiado para el diálogo con el cliente de forma que le permita aclararse sobre los problemas o dificultades que trae a consulta y así encontrar recursos para la solucionarlos, aprendiendo a tomar su propia iniciativa y responsabilidad.
¿EN QUÉ CASOS SE RECOMIENDA UN SERVICIO DE COUNSELLING?
El Counselling podría interpretarse como «ayuda personal», no como una terapia clínica o un proceso de Coaching. Counselling es un enfoque basado en el aprendizaje personal con consciencia. Se trata de que el cliente disponga de más posibilidades de elección consciente, en momentos críticos como:
- Manejar situaciones de tensión o estresantes.
- Sentirse desmotivado y con falta de ganas de socializar.
- Dificultades en las relaciones interpersonales (familia, amigos o trabajo).
- Situaciones de dependencia del tabaco, comida, alcohol, tecnología.
- Miedos con los viajes (miedo a volar, miedo a viajar en coche).
- Miedos (personales o profesionales) referentes al trabajo.
- Miedo al futuro personal, de pareja, profesional.
- Dificultades con la organización personal.
- Adaptación a nuevas situaciones profesionales, cambio o pérdida de trabajo.
- Transiciones personales o profesionales.
El objetivo fundamental es aprender a estar bien consigo mismos y con los demás. Desarrollar la autonomía e independencia explorando cuáles son las necesidades y cuáles son los recursos personales y sociales del entorno que se pueden movilizar.
El counsellor ofrece una escucha activa para que las personas con dificultades o problemas, en cualquier etapa de su vida, consigan mejorar su relación consigo mismas, desarrollar sus potencialidades, y así mejor relacionarse con los demás.
El counsellor, como profesional de la salud, entiende que ciertas dificultades psicológicas de las personas, incluyendo los conflictos interpersonales que forman parte del proceso normal de la vida, no constituyen patología. En este sentido el counselling se diferencia de la psicología clínica en que el counsellor es un facilitador del proceso del cliente y no presupone, en ningún momento, que el cliente es un paciente al que hay que tratar sino una persona que tiene dificultades puntuales.
El counsellor no persigue un propósito curativo ni suele referirse a sus consultantes como “pacientes”, sino que son “clientes” que quieren aprender a estar mejor solucionando problemas y tomando decisiones en cualquier ámbito de la vida.
INDICACIONES
- Reducción de estrés.
- Enfoque eficaz de tareas y objetivos.
- Aumento de la capacidad para tomar decisiones.
- Mayor claridad y enfoque mental.
- Recuperar la motivación.
- Recuperar la tranquilidad y el bienestar interior.
- Incrementar la creatividad.
- Crear nuevas perspectivas de futuro.
- Cambiar comportamientos no deseados.
- Incrementar la vitalidad.
- Modelar creencias potenciadoras.
- Eliminar creencias limitantes.
- Eliminar temores y miedos.
- Adquirir pensamiento positivo.
- Encontrar recursos satisfactorios.
- Entender con claridad que no hay fracasos, solo resultados.
- Máximo rendimiento de las habilidades personales.
- Eliminar dispersiones mentales.
- Aprender a resolver problemas.
- Romper limitaciones.
- Aprender patrones de excelencia.
- Aprender una comunicación efectiva.
- Expansión de consciencia.
- Adquirir una noción de identidad, misión y visión en la vida.
SESIONES
En la primera sesión el cliente planteará el tema a tratar y los objetivos que se quieren conseguir, para poder hacer un buen plan de trabajo. En esta primera sesión es importante que la persona tenga la tranquilidad y la confianza de estar en un lugar seguro, donde será tratado con respeto y nunca será juzgado.
El tipo de problema, la gravedad del mismo y la predisposición de la persona a la hora de comprometerse con su solución son los 3 aspectos fundamentales que determinan el número de sesiones que serán necesarias para superar el asunto por el que acudió a consulta.
Desde la primera sesión se recomienda a la persona el plan de actuación personal que se considere más adecuado, siempre intentando conseguir resultados en el menor tiempo posible. También se aconseja a la persona la frecuencia de sesiones que se tendrán al mes, aspecto que se acuerda conjuntamente, dependiendo del asunto a solucionar, la disponibilidad de tiempo del cliente y de su economía.
A modo de orientación, podemos decir que una sesión entre 7 y 10 días es una frecuencia óptima. Se suele recomendar en paralelo a las sesiones la participación activa por parte del cliente, con ejercicios sencillos para realizar en casa y, de esta forma, aunque las sesiones se espacien, no retrasan la solución del tema concreto. Según el caso se pueden también recomendar libros y artículos que ayuden a avanzar durante el proceso.